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Tutankhamon: la tumba y sus tesoros.

En nuestro último artículo hablamos acerca del descubrimiento de la tumba de Tutankhamon, un hito en la historia de la egiptología por la cantidad de objetos e información hallada en su interior. Finalizamos el mismo instando a nuestros lectores a visitar la exposición acerca del descubrimiento de la tumba que se puede visitar en la feria IFEMA de Madrid hasta el 19 de abril, y como no podía ser de otra forma, predicamos con el ejemplo y nos desplazamos hasta el lugar para verla personalmente.


Cartel de la exposición Tutankhamon: la tumba y sus tesoros.

El faraón Tutankhamon murió en el 1327 a.C. y su tumba, la KV62, quedó enterrada y practicamente intacta hasta su descubrimiento en 1922 por el arqueólogo Howard Carter. Hoy, casi 100 años después, podemos visitar la exposición que recrea como fue hallada su tumba, en que condiciones, y el fabuloso tesoro que contenía.


La exposición comienza con un breve repaso a la historia de Egipto en el Reino Nuevo, con la correspondiente cronología, modos de vida y la lista de faraones de la XVIII dinastía. Podemos encontrar además información acerca del famoso arqueólogo Howard Carter y su mecenas Lord Carnarvon. Hay que decir que el precio de la entrada incluye un audio guía, que nos será de mucha utilidad durante toda la exposición, pues nos facilita bastante más información que la que podamos obtener en los paneles.


Howard Carter y Lord Carnarvon.

De hecho, nada más acceder a la exposición, daremos uso a este dispositivo para que nos informe sobre la piedra de Rosetta, el objeto sin el cual no se habrían podido descifrar los jeroglíficos y que actualmente se encuentra en el British Museum. De ahí pasaremos a una maqueta que representa la tumba desde la superficie hasta el interior de la misma en el Valle de los Reyes.


En esta estancia podremos observar una serie de bustos, así como la representación del joven faraón Tutankhamon mediante una preciosa escultura de cuerpo completo que se halló prácticamente intacta, aunque con algunas particularidades, como el hecho de haber hecho desaparecer su nombre y cambiado por otro para reutilizar la escultura por parte de algún otro faraón.


Escultura del joven faraón Tutankhamon.

Tras un breve video acerca del descubrimiento de la tumba, el recorrido nos lleva hasta una sala que recrea, con bastante precisión, el interior de la tumba con los increíbles tesoros que acompañarían al joven monarca en su otra vida. De poder poner alguna pega a la exposición, sería en este punto, pues considero que poseían espacio suficiente para recrear el recorrido de la tumba original sin que entorpeciese al resto de visitantes. En este punto, las salas se iluminan levemente en los aspectos que la audio guía va relatando a todo el grupo, y es que desde que accedes a la sala de video, todo este recorrido se hace en conjunto con el grupo que haya entrado contigo al documental.


Una vez fuera de esta sala podemos acceder a la siguiente en la que encontraremos a escala la recreación de las capillas y los sarcófagos en cuyo interior se halló la momia del faraón. Las paredes bellamente decoradas, con representaciones del mundo funerario, así como de la vida cotidiana del faraón nos cuentan una historia que difícilmente se pueda intuir para el caminante que simplemente busque objetos, que pasará esta sala sin más atención que un breve vistazo. Representaciones de demonios del Más allá, seres que acompañan al faraón en la otra vida, o dioses que le protegen durante su camino, son mostradas en las paredes de las capillas. Miles son los detalles que escapan en esta sala al ojo inexperto pero que, si uno sabe que busca, se encuentran fácilmente.


Detalle de una de las capillas.

Recorrida ya la sala, nos encontramos con las joyas del faraón y hay que decir que, aunque la más visitada sea la famosísima máscara de oro de Tutankhamon, es importante y necesario contemplar el resto de petos, collares, anillos, pulseras y demás objetos que fueron encontrados junto al faraón en el interior de su sarcófago. Amuletos protectores para la otra vida, que incluso en algunos casos, llegó a exhibir durante su vida mortal, y una pequeña daga que podemos observar junto a su momia.


Máscara de Tutankhamon.

Los vasos canopos, cofres y estatuas también forman parte de esta enorme colección que se pueden observar en esta enorme exposición, pero, por si fuera poco, además de joyas y oro, también encontramos objetos más sencillos. Encontramos además una gran colección de maquetas de barcos, uno de los objetos más representativos del Antiguo Egipto, y es que las barcas eran en sí mismas, un símbolo de esta antigua civilización que merece especial atención.


Mención especial merecen las imágenes del libro de los muertos que podemos hallar en uno de los laterales y casi al final de la sala. Imágenes a las que no estamos tan acostumbrados a ver, como el mar de Fuego, un lugar de castigo para los condenados, o demonios armados esperando en las diversas puertas que el fallecido deberá cruzar. Este aspecto tan interesante como desconocido del mundo funerario, es a la vez muy desconocido para el público general, y es para el autor en particular, uno de los aspectos más llamativos de esta fascinante civilización.


Detalle del libro de los muertos de Tutankhamon.

Para terminar con los objetos de la vida del faraón, en la última de las salas, el visitante puede observar la silla dorada del faraón junto a los objetos que denotaban su poder en la tierra: los cetros Nejej y Heka. Además, como símbolos de su poder militar podemos encontrar un carro de guerra del faraón, así como múltiples armas como un par de khopesh, diversos bastones arrojadizos y a destacar un par de arcos bellamente elaborados con su correspondiente carcaj.


Arcos y carca de flechas.

La parte final de la exposición está dedicada a objetos más cotidianos como frascos con diversas formas para perfumes, arcones, vestimentas, las sandalias del faraón en cuya planta aparecen representaciones de los enemigos del faraón para que éste pudiese pisotearlos al caminar, o el senet, un antiguo juego egipcio que fue muy popular en su época y merece un capítulo para sí mismo.


Senet egipcio.

No hay mucho más que podamos contar sin desvelar todos los secretos que guarda esta exposición para todos aquellos que quieran y puedan acercarse a visitarla, pero sí que podemos decir que salimos encantados con la experiencia y que es una exposición que no deja indiferente a nadie.


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1 Comment


Alfonso De León
Alfonso De León
Jan 03, 2020

Se ve una visita espectacular !

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